Post para envidiosos

Hola de nuevo!!!!

Pues ya estamos aquí con otro post semanal de esos que les apasiona leer a algunos, ya se sabe estos posts sirven básicamente para leerlos cuando te aburres, pero aburrirse ¿donde? pues en cualquier sitio donde puedas hacerlo, no se, por ejemplo en tu oficina donde estas encerrado toda la mañana y donde parece que trabajas pero solo lo pareces, en el office de la gasolinera esperando a ver si pasa alguno para que le pongas 20 € de gasolina, y joer! son las 12 y solo han pasado 8 clientes ¿será la crisis? que aburrimiento, o en tu despacho oficial en cualquier administración pública o local, pensando en cuando seas el califa en lugar del califa, y maldiciendo lo desaprovechado que estás, en urgecias del hospital, esperando que llegue algun enfermo al que atender......aunque también hay muchos jovenzuelos que aprovechan sus largas horas de aburrimiento en clase para ojear este blog, a todos sin excepción os lo agradezco, pero de verdad no es para tanto, aunque claro mientras pensáis en mi, no hacéis mal a nadie, aunque claro, si lo pensamos un poco, si que se lo hacéis, me lo hacéis a mi, juajuajua, así que mejor dejad de leer este blog y poneros a trabajar!!!!.

Si no me habéis hecho caso, y seguís leyendo la entrada del día de hoy, creo que os va a decepcionar, no es nada del otro mundo, mas que nada es haceros pasar la mañana y enseñaros algo, que es una obra de las obras de misericorida (Enseñar al que no sabe) así pues voy a tratar de explicar el porqué de la existencia de algunos personajes.

LA ENVIDIA Y EL ENVIDIOSO
¿Qué es, cómo es y cuando nace el envidioso?

El discurso del envidioso es monotemático y compulsivo sobre el envidiado, vuelve una y otra vez al "tema". y, sin quererlo, concluye identificándose , es decir, distinguiéndose él mismo por aquello de que carece. La identidad del envidioso está , precisamente, en su carencia . Pero además , en éste discurso destaca implícitamente la afirmación personal de que el atributo que el envidiado posee lo debiera poseer él, y, es más, puede llegar al extremo a veces de declarar que incluso lo posee, pero que, injustificadamente, "no se le reconoce".

La condición del envidioso, su constante ejercicio de la crítica, y sobre todo la extrema cautela con que actúa para no descubrirse requieren ciertas dosis de habilidad y astucia. Su actitud permanentemente vigilante le convierte en un observador agudo y detallista (o eso cree él). El fracaso persuasivo del envidioso viene siempre influido por la fuerza del odio.

RELACIÓN ENVIDIOSO/ENVIDIADO

La relación entre envidioso y envidiado es extremadamente compleja. Tiene un sentido unidireccional, del envidioso hacia el envidiado, no a la inversa, entre otras razones porque a menudo este último ignora la envidia que despierta en otro u otros.(Este es mi caso, aunque desconocía el porqué de esas pasiones desatadas)

La envidia es fundamentalmente una relación de odio, pero por una sola de las partes, la del envidioso. El envidioso odia al envidiado, por no poder ser como él; pero también se odia a sí mismo por ser quien es o como es.

Es practicamente imposible que el envidioso reconozca amar al envidiado, ni siquiera admirarle. Pero en tanto representa el ideal del yo, se le ama. La compulsión del envidioso respecto a la persona del envidiado procede del hecho que ama a quien odia (por ser lo que él no es), y ese amor a quien detesta (por el daño que su mera existencia le produce) , le lleva a una constante e incontrolable tendencia a la destrucción de esa figura, amada a su pesar.

El envidioso es un sujeto frustrado por la no consecución del deseo. Se trata de un sufrimiento muy intenso. El error del envidioso es inaceptarse a sí mismo y proponerse ser otro, hace de su vida un proyecto imposible. La tristeza del envidioso procede de haber hecho de su ideal no un constructor imaginario de sí mismo, sino de otro. Lo que el envidioso no logra es su proyecto de ser el envidiado. Por eso la tristeza del envidioso , posee un tinte maníaco-persecutorio.

El envidioso es suspicaz y desconfiado. En cualquier momento su actitud vigilante en la ocultación de su envidia puede cesar o decaer , o puede delatarse por haber llegado demasiado lejos o demasiado torpemente en la demolición crítica y en la difamación. Tarde o temprano el envidioso se descubre como tal y se le descalifica psicológica y moralmente.

El envidioso gasta sus mayores energías en dejar de ser el que es, para tratar de ser aquel que no puede llegar a ser. El envidioso renunciaría a sí mismo a favor de aquél a quien envidia: tarea, como he dicho, imposible, que sólo puede resolverse de mala manera: bien mediante el recurso a una fantasía improductiva, bien mediante los intentos de destrucción de aquel a quien envidia y que se constituye , sin pretenderlo, en testigo de sus autodeficiencias.

Porque la gran paradoja del envidioso, estriba en que ama/admira al que envidia, aunque para defenderse de esta intolerable admiración se empeñe en no hallar motivo para admirarlo y, en consecuencia, tampoco para envidiarlo, y se mantiene al acecho en la activa observación del envidiado, con quien se identifica de manera ambivalente: le ama/admira, porque constituye la encarnación de su ideal del yo; pero niega luego su amor/admiración hasta transformarlo en su contrario odio/desprecio, como forma de justificar su ataque y defenderse de la acusación de los demás de "no ser más que un envidioso".

EL ENVIDIOSO NO SABE HACER OTRA COSA MAS QUE ENVIDIAR

La envidia se alimenta y masca desde la impotencia del envidioso. Quizá en otros aspectos el envidioso es un sujeto de valores, pero carece de aquel que el envidiado posee: ésta es la cuestión.

Uno de los costos de la envidia es la destrucción del envidiado, si pudiera llegaría incluso a la destrucción física, y no es raro que fantasee con su desgracia y su muerte, para lo cual teje un discurso constante e interminable sobre las negatividades del envidiado. Rara vez el discurso del envidioso llega a ser útil, y con frecuencia el pretendido efecto de la descalificación de la imagen del envidiado resulta un fracaso total.

La envidia es una pasión extensiva . El envidioso acaba por no dejar "titere con cabeza". También ha de destruir a aquellos que admiran al que él envidia, en la medida en que le hacen ostensible la inutilidad de su esfuerzo demoledor.

La envidia es crónica e incurable ya que es una manera de instalarse en el mundo. Quién alguna vez ha tenido la experiencia dolorosa de la envidia está ya definitivamente contaminadado por ella. Porque en su intimidad le desvela así mismo , la secreta deficiencia, aquella por la que , aunque muy oculta puede ser herido en la aparentemente más inofensiva interacción. Y una vez lastimado en su autoestima, el envidioso, más y más sensibilizado y susceptible, permanecerá constantemente alerta.

La envidia dura toda la vida del envidioso. Cualquiera que sean las gratificaciones externas que el envidioso obtenga, persistirá la envidia.

El envidioso no dejará de serlo por lo que ya posee; seguirá siéndolo por lo que carece y ha de carecer siempre , a saber; ser como el envidiado.

Toda esta parrafada, evidentemente no es del todo mía, es mas que nada un compendio de diversas lecturas que yo he transformado y adaptado a las circunstancias especiales que se dan ultimamente en el mundo del blogger jaraiceño, y mi opinión, en las que he intentando explicarme la causa de los ataques hacia mi persona, porque sinceramente no los comprendía, sin embargo despues de leer esta serie de articulos y ensayos de gente que evidentemente saben mas que yo de esto, y los cuales he resumido y adaptado altema que me preocupaba (en pasado me preocupaba) , pues me he quedado mas tranquilo, ya sé el porqué de esto, ni más ni menos, porque soy el ídolo de alguien, nada mas lejos de mi intencion, claro, pero en este mundo cada uno es libre de pensar lo que quiera y si soy su ídolo ¿pues que se le va a hacer?, ya le daré un autografo o una foto dedicada no te preocupes chico, y acólitos ahora que ya se la causa, no me volvere a enfadar porque si al fin y al cabo me admirais ¿Yo que puedo hacer?

Perdonados................ un abrazo

Super Alberto (Vuestro ídolo)